¿Qué papel desempeña un ala pívot durante un partido de baloncesto?
La figura del ala pívot ha evolucionado al mismo tiempo que el baloncesto
Es un jugador que mezcla las habilidades del alero y el pívot, pudiendo ayudar en ambas facetas
Karl Malone, Kevin McHale o Pau Gasol son algunos de los mejores ala pívots de siempre
El baloncesto como deporte ha evolucionado mucho en los últimos años, pero en sus inicios tenía unos roles no muy definidos en lo que a la pista se refería. Hay que pensar que, aunque el desarrollo fue relativamente rápido, la gente jugaba por diversión y para tener una actividad en los duros inviernos de determinadas zonas de Estados Unidos.
A medida que iba ganando popularidad, las capacidades de cada jugador fueron creando una serie de especialistas; pero, al mismo tiempo, también surgieron una serie de jugadores que podían desempeñar varias funciones sin necesidad de destacar en una única especialidad. Es el caso de la figura del ala pívot (power forward, en inglés), que son jugadores capaces de aunar características de pívot, por su corpulencia y velocidad, así como asumir una serie de funciones de los aleros y tiradores.
El ala pívot surgió como figura natural de un paso intermedio entre los alargados (y escasos) pívots de mediados del siglo XX y ante la necesidad de imprimir más velocidad a un juego que ganaba en intensidad y fuerza. Habrá muchas teorías, pero lo cierto es que jugadores como George Mikan (1924-2005), que cambió el baloncesto entre la década de los 40 y los 50 como puro jugador interior, hoy sería un ala pívot con sus 2,08 de estatura. Es una NBA distinta a aquella, con gigantes que cada vez desarrollan más funciones y capacidades técnicas.
Cómo juega un ala pívot
Por norma general, un ala pívot juega cerca del aro en ataque y defensa. Antiguamente se valoraba mucho más la capacidad física que la técnica, fundamentalmente porque escaseaba, y un jugador que sobrepasaba los 2 metros ya pasaba a formar parte del juego interior, fuese como pívot puro o ala pívot. Es posible que se hayan perdido gran cantidad de jugadores exteriores que habrían sido muy valorados hoy en día, transformados en interiores porque o eran altos, o eran anchos.
Al tiempo que han evolucionado las capacidades técnicas de los jugadores, por suerte, también lo han hecho las de conocimiento de los entrenadores y equipo técnico, y ser ala pívot en la actualidad dota a estos jugadores de movimientos al poste, dribling y tiro. Solo hay que fijarse en la trayectoria de nuestro Pau Gasol para ver la gran cantidad de recursos que ha desarrollado tanto es su etapa juvenil y junior, como en la NBA donde, por sus condiciones y altura de 2,14, ha jugado en distintos años como ala pívot y pívot, dependiendo de las necesidades de su equipo en cada momento.
El juego al poste de un ala pívot siempre fue más de fuerza que de iniciativa, ya que como hemos explicado, servía de complemento al equipo en el rebote, en defensas fuertes e, incluso, en juego sucio. Tácticamente en ataque se desarrollaban pautas de bloqueos en poste bajo y alto, recibir de espaldas al aro para sacar el balón fuera, cargar el rebote ofensivo para sumar opciones de tiro exterior y, salvo las estrellas, poca incidencia en el tiro o la creatividad. Su movilidad física también solía ser reducida y no se trabajaban muchos aspectos de movilidad y técnica, y sí de fuerza.
El ala pívot moderno
Por suerte, todo ha cambiado para el juego del ala pívot. Hoy en día se entrena todo lo que no se tenía como prioridad, empezando por la movilidad, desplazamientos laterales para defensa y ataque, mucho físico y tiro, interior y exterior. Mucha gente lo llama "baloncesto moderno", pero la verdad es que es una evolución del de toda la vida. El juego del ala pívot ha ido alejándose convenientemente del aro conforme a las necesidades y a las características del equipo contrario.
En cada partido de baloncesto profesional, el equipo técnico hace una labor de 'scouting' del equipo rival para encontrar las debilidades y aprovechar al máximo a sus jugadores. En el caso del ala pívot es habitual que haga trabajos de táctica y específicos de bloqueo y continuación con exteriores, uno de los grandes recursos en la actualidad. Para sacar partido a estas situaciones de inicio de ataque o transiciones rápidas, es muy importante que tenga una buena carga de lanzamiento semanal de media distancia para poder aprovecharla en situaciones de partido. Abrir defensas para crear aclarados en los que poder penetrar a canasta depende, en buena medida, de la capacidad del ala pívot para generar tiros de 5 metros con alto nivel de acierto.
De hecho, hay una figura intermedia en el baloncesto que puede desarrollar este tipo de juego sin perder altura o físico. Tiene difícil definición en español, pero en inglés es conocido como "small forward". Se trata de un alero que, a pesar de su cuerpo y características de tirador, puede ayudar puntualmente en defensa o rebote, tareas más tradicionales del ala pívot. Éste ha modificado su rol a lo largo de los años y es una buena noticia que, hoy en día, realice muchos más trabajos que el 'simple' de ser fuerte en defensa o poner buenos bloqueos.
Habría que rendir homenaje a esos grandes jugadores que han hecho de la posición de ala pívot una de las más atractivas y cambiantes en la historia del baloncesto. Kevin McHale con su trabajo sucio en Boston Celtics o Karl Malone con su histórico "pick'n'rol" junto a John Stockton (Utah Jazz); también A.C. Green (Los Angeles Lakers) haciendo de todo, o Chris Webber (Warriors y Kings), con una clase superior. En nuestro baloncesto recordamos al mítico Fernando Martín, primer español en la NBA, o Felipe Reyes que, junto a Pau Gasol, conquistaron medallas desde el juego interior.