El Barcelona-Real Madrid, segundo partido de las finales de la Liga Endesa, fue un encuentro de alta tensión. El conjunto blanco se quejó de que varios errores arbitrales decantaron el partido de cara de los locales y con el pitido final, varios jugadores merengues explotaron. Entre ellos, Yabusele, que perdió los papeles protagonizando una secuencia lamentable.
Fue perder Rudy el último balón del partido, pitar el árbitro el final del encuentro, y Yabusele golpeó con las dos manos la cancha del Palau. Acto seguido, el jugador se fue rápidamente hacia uno de los árbitros, le careó y le intimidó, hasta el punto que el colegiado se asustó tal y como se puede apreciar en el vídeo superior.
Influyeran o no las decisiones arbitrales en el marcador, es injustificable el comportamiento del jugador del Real Madrid, que podría enfrentarse a una dura sanción si así lo decide el estamento arbitral. De momento, Yabusele se llevó una sonora pitada de la afición azulgrana que abarrotaba el Palau y también cientos de insultos en las redes sociales de parte de la afición culé.
El entrenador del Real Madrid, Chus Mateo, aseguró tras perder (71-69) ante el Barça el segundo partido de la final del Playoff de la Liga Endesa que la "herida" de no poder ganar pese a tenerlo cerca les hará "jugar mejor" en el siguiente duelo, el primero de dos partidos en el WiZink Center.
"A pesar del enfado por haber encajado esta derrota, somos ambiciosos y eso me gusta, demuestra nuestro carácter y seguramente la herida de no habernos podido llevar este segundo partido nos va a llevar a jugar mejor el próximo", manifestó en rueda de prensa.
Mateo aseguró que iniciaron "bien" el partido, pero no pudieron irse con 0-2 en la mochila. "No es fácil ganar en el Palau, es complicado, pero hemos tenido la opción porque incluso en algún momento del partido el Barcelona ha apretado, con una ventaja importante, y hemos sido capaces de volver", celebró.
Eso sí, pidió no perder la intensidad. "No podemos bajar en intensidad, aunque el juego sea más o menos bonito. La intensidad es innegociable y vamos a ir fuertes a Madrid e intentar sacar el primer partido, del viernes. Es una lucha entre dos equipos que pelean al máximo y que están exigiéndose a sí mismos lo mejor", destacó.
"Estoy orgullosísimo, es lo primero que he dicho en el vestuario. Pese a estar enrabietados por la forma de perder, de tenerlo tan cerca y en la mano y perderlo al final, era el partido que queríamos. Hemos llegado al final con opciones y hemos puesto nerviosos al Barça en su casa. Orgulloso del carácter, de la energía y de la actitud, que la vamos a tener puesta en 'ON' hasta el último minuto de la final", reiteró.