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El Barcelona gana al Madrid en un partido rodeado de polémicas: "Un robo otra vez"

El Barcelona se hizo con el segundo partido de las finales de la Liga Endesa ante el Real Madrid. Los blancos dominaron el partido hasta los minutos finales, cuando un par de errores arbitrales puso en bandeja la victoria para los de Jasikevicius.

Los azulgrana viajarán a Madrid con esperanzas, tras una noche en la que los catalanes lucharon, sufrieron y ganaron en un final de infarto a unos blancos que, cuanto menos, pudieron forzar la prórroga tras dominar buena parte del choque.

Pero no hubo minutos extra --perdió Rudy Fernández la bola final-- y el espectáculo se cerró en 40 minutos y a favor de un Barça mejorado, con otra cara, que corrió y defendió más, y que se empapó del mejor ambiente posible del Palau. Liderado, de nuevo, por un Nikola Mirotic que se fue a los 26 puntos y 7 rebotes.

El Real Madrid fue ganando durante todo el partido

El montenegrino tuvo que lidiar con un Guerschon Yabusele de dobles figuras (16 puntos y 11 rebotes), pero logró amansar a la fiera gala blanca e imponer su mayor versatilidad. Fue un pulso eléctrico, igualado, igual que lo fue el partido en general. Un guión no apto para todos, y que deja una serie abierta para los dos partidos, como mínimo, que quedan. Ahora, en el WiZink Center de Madrid.

De momento, van dos partidos de cara y cruz. El inicio y el final vistos este miércoles fueron distintos al del primer choque. Del 5-0 de Mirotic del primer duelo, que de nada sirvió a los intereses de un Barça que se mostró perdido en su propia casa, se pasó al 0-8 inicial de este segundo partido. Pero se igualó la contienda, el Barça remó hasta ponerse por delante y acabaron los blaugranas por tumbar a su rival.

Llegó a ganar por +10 el Real Madrid, pero esta vez los blancos no pudieron despegar en el Palau Blaugrana. Los de Sarunas Jasikevicius estuvieron más conectados al choque, férreos en defensa, y pese a que el Madrid estuvo bastante más tiempo dominando el marcador, tuvieron el temple y, esta vez sí, el acierto para igualar el duelo --llegó empatado al descanso (32-32)--, imponerse y, así, igualar también la serie.

Aunque no fue fácil. El Barça, ya en el último cuarto, gozó de su máxima ventaja (+8). Pero una jugada de 4 puntos de un fantástico Guerschon Yabusele, con dos tiros libres más rebote propio tras fallar el tercero para anotar, propiciaron un parcial de 0-8 que puso el 65-65 en el marcador.

Se estancó ahí el partido, ni Barça ni Madrid supieron cómo anotar. Ni la línea de tiros libres ayudaba a hallar agua en esa sequía colectiva, hasta que Nikola Mirotic para los blaugranas y Edy Tavares para los blancos dieron paso a menos de dos minutos finales de infarto, con 67-67 en el marcador.

Poco tiempo, pocos puntos, pero una canasta de Mirotic y tiros libres de Cory Higgins valieron al Barça, aunque Causeur falló un triple y Rudy Fernández perdió un balón que bien pudo, en la doble jugada final, cambiar el partido y el curso de la final.

Pero el Barça estuvo más metido en el partido que en el duelo inaugural de esta final. Apretó más en defensa, intentó poner más marchas en ataque, y luchó tanto que hasta se golpearon entre compañeros, como el cabezazo mutuo entre Davies y Calathes que terminó con el griego con puntos en su pómulo izquierdo. Y con un mate de Adam Hanga abroncado por su antigua afición, al considerar que debió parar la jugada. Una anécdota más en un partido de mucha presión y tensión que iguala la final.