El Real Madrid se dio un baño de masas con los más pequeños en el primer entrenamiento del equipo blanco tras el parón de Navidades. Los jugadores estuvieron muy atentos con los niños que asistieron para ver a sus ídolos y el capitán del Real Madrid fue el primero en llegar para firmar autógrafos y hacerse fotos, y el último en irse. Bale tuvo un desplante con todos ellos porque no se acercó ni siquiera a firmar autógrafos a los aficionados.