Anaïr Lomba ha anunciado su retirada del fútbol. La futbolista española militó las pasadas dos temporadas en el Valencia. Llegó al club ‘che’ desde el Espanyol, donde jugó por tres temporadas y se enamoró del club.
Al ver que no existía la opción de volver al club periquito, Lomba ha preferido retirarse que jugar en otro equipo. La gallega ha explicado su decisión en una emotiva carta publicada a través de sus redes sociales:
“¿Alguna vez os habéis sentado delante de un ordenador para escribir algo que no querías escribir? Si es así, esta es vuestra carta.
Llevo con un balón en los pies desde hace tanto que ni me acuerdo, siempre ha sido parte de mí. El balón ha marcado todas las decisiones importantes que he tomado en mi vida, y creo que me ha hecho ser la persona que soy a día de hoy.
No pensé que llegaría este momento, muchas veces lo he visto cerca, muchas veces mis rodillas me han hecho dudar, pero siempre me levantaba con más ganas de seguir luchando y jugando con él. Siempre he sabido que esto tenía que tener un final, y la verdad, siempre he pensado que sería de otra manera.
Soy una persona que se rige por unos principios grabados a fuego en el corazón, y siempre he intentado que ellos fueran los que me guiaran en este camino del fútbol. He intentado respetarme siempre, y he querido transmitir mi forma de vivirlo y sentirlo, que es la mía y en la que siempre he creído.
Me fui de un sitio sin querer irme por algo que no dependía de mí y que iba más allá de la dignidad que, considero, debe tener un futbolista. El problema es que ese club nunca se fue de mí, y mi intención siempre ha sido volver.
Hace un tiempo que mi cabeza y mi corazón me piden jugar en casa. Hace un tiempo que pienso que engaño a cualquier equipo que no sea el mío porque siento y muero en blanquiazul. De un tiempo a esta parte es la única idea que tengo en mi cabeza, y mis principios me dicen que tiene que ser así o no será.
Por eso, he tomado la decisión de ponerle punto y final a mi carrera deportiva.
No quiero engañar a nadie ni dar un porcentaje de mí que no sea el que he dado siempre y no quiero defender un escudo cuando mi corazón late en otro color. Para jugar en un sitio, para jugar en un club, hay dos partes que tienen que querer. Y como bien sabéis, el amor no siempre es correspondido. No es fácil. No es fácil aceptar que no tienes el nivel para estar donde quieres estar.
Por eso pido respeto y comprensión para una decisión que tanto me ha costado tomar.
No sé si me estoy rindiendo, no me gusta verlo así. Prefiero pensar, que cuando mis piernas decían que sí, mi corazón y mi cabeza han dicho que no. Ha sido muy bonito, y sobre todo, y como siempre he querido, ha sido muy de verdad.
Gracias, por acompañarme y quererme en todo este camino.
Todo lo que soy se lo debo al fútbol todo lo que seré, seguramente también.
¡Que siga! ¡Que ruede! Pero esta vez la vida, no la pelota.”