La Fundación y el Equipo Olímpico de Refugiados han sido los galardonados con el Premio Princesa de Asturias de los Deportes en la edición de 2022. La insignia ha sido entregada en el Hotel Eurostars de la Reconquista de Oviedo.
A este premio, cuarto de los ocho galardones internacionales que convoca este año la Fundación Princesa de Asturias y que cumplen con esta su XLII edición, han optado veinticuatro candidaturas de 10 nacionalidades.
El jurado ha estado integrado por: Abel Antón (presidente); Theresa Zabell (secretaria); Alejandro Blanco; Vicente del Bosque; Emilio Butragueño; Miguel Carballeda; María Paz Corominas; Joaquín Folch-Rusiñol; Juan Ignacio Gallardo; Patricia García; Vicente Jiménez; Santiago Nolla; Edurne Pasabán; Paloma del Río; Albert Sáez y Alberto Suárez.
Esta candidatura ha sido propuesta por Juan Antonio Samaranch Salisachs, vicepresidente del Comité Olímpico Internacional. Ha sido apoyada, entre otros, por Pau Gasol, Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2015, y Roxana Maracineanu, exministra delegada adscrita al ministro de Educación Nacional, Juventud y Deporte de Francia.
La Fundación Olímpica de Refugiados y el Equipo Olímpico de Refugiados, creados por el Comité Olímpico Internacional (COI) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) _Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 1991_ en 2017 y 2015, respectivamente, tienen como objetivo, según palabras de Thomas Bach, presidente del COI, ser "un símbolo de esperanza para todos los refugiados del mundo", concienciar sobre una de las crisis más importantes a las que se enfrenta la comunidad internacional y utilizar el deporte como vía para la ayuda humanitaria, la cooperación y el desarrollo de las personas afectadas por conflictos a nivel internacional.
La Fundación Olímpica de Refugiados fue creada por el COI, en colaboración con ACNUR, en 2017, con el compromiso de apoyar la protección y el desarrollo deportivo y personal de atletas desplazados, más allá de las citas olímpicas. La Fundación trabaja con organizaciones internacionales, empresas del sector privado, organizaciones no gubernamentales y otras fundaciones para establecer y fomentar programas de cooperación a través del deporte.
Proteger a los jóvenes de la violencia y la exclusión social, fomentar el acceso a la educación, la sanidad (con especial atención a la salud mental en sus últimas iniciativas) y la práctica deportiva son, entre otros propósitos, las principales líneas de la estrategia de trabajo de los doce programas que la Fundación ha puesto en marcha desde su creación, y de los que ya se han beneficiado alrededor de doscientos mil jóvenes.
Estos proyectos se han desarrollado en ocho países: Colombia, Jordania, Kenia, México, República Democrática del Congo, Ruanda, Turquía y Uganda. Con el objetivo de alcanzar el millón de jóvenes beneficiados en el año 2024, continúa desarrollando programas.
Este año 2022 ha lanzado, junto con el Ministerio de Deportes de Francia, el proyecto 'Terrains d'Avenir', para ayudar a jóvenes refugiados en el país galo, y prepara otros en países como España o los Países Bajos.
La Fundación promueve, además, la creación de redes y acuerdos de colaboración que ayuden a implementar su visión, como la Sport Refugees Coalition, en la que participan más de ochenta miembros, o el Olympic Refuge Foundation Think Tank, formado por expertos internacionales del mundo académico, el sector sanitario, miembros de organizaciones no gubernamentales y refugiados que analizan y ajustan la labor de la Fundación y el rol del deporte como herramienta para la ayuda humanitaria.
Thomas Bach es presidente de la junta directiva de la Fundación y Filippo Grandi, alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, es su vicepresidente. La Fundación es responsable también del Equipo Olímpico de Refugiados.
El Equipo Olímpico de Refugiados (conocido oficialmente por sus siglas en francés, EOR) es una delegación que participa en los Juegos Olímpicos, formada por atletas que se encuentran en calidad de refugiados por causa de cualquier conflicto a nivel mundial.
Fue creado por el COI en 2015, cuando este pidió a los diferentes comités nacionales que identificasen, en colaboración con ACNUR, a los atletas refugiados cuyo nivel deportivo tuviera potencial para clasificarse para los Juegos, con el fin de ofrecerles la posibilidad de hacerlo a través de la financiación aportada por becas de Solidaridad Olímpica, un proyecto de ayuda a deportistas del COI.
El equipo tiene la misma consideración que cualquier otro de los que participan en la cita deportiva. El EOR participó por primera vez en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. De los cuarenta y tres candidatos preseleccionados, se fijó finalmente una lista de diez atletas para formar el equipo, que provenían de Etiopía, República Democrática del Congo, Siria y Sudán del Sur, y participaron en atletismo, judo y natación.
El judoca Popole Misenga, de la República Democrática del Congo, fue su abanderado en la ceremonia de inauguración. La bandera que representa al EOR es la bandera olímpica. El 8 de junio de 2021 se aprobó la lista de miembros del equipo para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 (aplazados debido a la pandemia de la COVID-19).
La lista estuvo formada por veintinueve atletas de trece comités nacionales, elegidos entre una primera preselección de cincuenta y cinco, que compitieron en doce disciplinas. Yusra Mardini (nadadora siria) y Tachlowini Gabriyesos (maratonista eritreo) fueron los abanderados en la ceremonia de apertura y el taekwondista iraní Kimia Alizadeh logró la medalla de bronce en su disciplina.
El Premio Princesa de Asturias de los Deportes se concede a "las trayectorias que por medio del fomento, desarrollo y perfeccionamiento del deporte y a través de la solidaridad y el compromiso, se hayan convertido en un ejemplo de las posibilidades que la práctica deportiva conlleva en beneficio de los seres humanos".