La crisis migratoria sin precedentes en Ceuta, tras la llegada de 6000 migrantes a las playas de la ciudad española ha desembocado en un descontrol durante varias horas. La situación se ha ido normalizando horas más tarde y ya se han devuelto a Marruecos más de 2.700 de las que entraban a nado y bordeando el espigón donde termina la valla de la Frontera entre España y el país vecino.
Rabat se mantiene en silencio tras esta oleada de migrantes y España moviliza al ejército y a 200 efectivos policiales que se han sumando a a los más de mil agentes que ya vigilan la frontera. Rubén García, reportero del programa, ha analizado la zona que ha estado en el centro del conflicto desde la noche de ayer: "Es una zona bastante conocida y muy controlada por España y hasta ahora lo era por Marruecos".
La frontera tiene una longitud de 8 metros que separan el suelo español del marroquí, pero tiene el problema del mar, tanto para entrar por el norte como en el sur y es que una vez que se acaba la frontera "al mar no se le pueden poner puertas" y eso es lo que han aprovechado los migrantes para cruzar al otro lado de Marruecos. Además, también pueden hacerlo andando por el espigón que solo tiene 200 metros.
La través de estos lugares comenzaban las entradas desde el día de ayer, a las 2:00h de la madrugada por la zona norte, pero la más masiva se daba en la playa del Tarajal, ya que pueden recorrer 500 metros por el agua. Después de llegar a España estos más de 6.000 migrantes se dirigían al polígono donde la Cruz Roja tiene varias naves, pero el problema es que solo había capacidad de atender a 200 personas. Por ello, los que no podrían ser atendidos se han dirigido hacia el segundo punto, el conocido barrio de El Príncipe, algo que ha hecho que los vecinos denunciaran la inseguridad que ha supuesto este descontrol durante varias horas.