La votación por la reforma laboral en el Congreso de los Diputados se convirtió ayer en un auténtico festival, una votación que dejó al Benidorm Fest y la polémica decisión del jurado, a la altura del betún.
Equivocación, en primer lugar, en el recuento que hace la presidenta del Congreso dando como resultado la derogación de la reforma y provocando la alegría desbocada de la oposición. Hasta que la presidenta de la cámara vuelve a tomar la palabra y todo cambia… y entonces, enfado monumental y la votación puesta en duda.
Y los tambores de guerra no solo suenan por un supuesto error informático, los dos diputados de UPN que aseguraron votarían a favor, acabaron en el último momento rompiendo la disciplina de voto.