Los virus que cambiaron la historia: el coronavirus y la cuarentena
Los virus son muy difíciles de vencer sin una vacuna y ésta no siempre se consigue
Por sus características, tamaño, comportamiento, etc. Los virus son muy difíciles de vencer sin una vacuna y ésta no siempre se consigue. Así pues, la única forma de que no se propague es evitar que otras personas se contaminen gracias a la cuarentena o el aislamiento.
El aislamiento es cuando no se permite el contacto con una persona que ya sabemos que está infectada y la cuarentena es cuando se limitan los movimientos a una persona que puede estarlo durante un tiempo determinado. Cuando transcurre ese tiempo sin que presente síntomas es cuando puede abandonar la cuarentena. Dicho así parece muy sencillo de controlar pero ¿qué sucede cuando nos encontramos el mayor caso de cuarentena de la historia? cerca de 50 millones encerradas en sus respectivas ciudades. Esto es lo que sucede ahora en China.
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La primera cuarentena tal y como la conocemos ahora fue en Venecia cuando no se dejaba desembarcar durante cuarenta días a las personas que venían de rutas marítimas. El hecho de acuñar con el término cuarentena a ese espacio de tiempo nació a partir de la palabra ‘Quaranta giorni’ (cuarenta días). Era la Edad Media de los brotes de la peste. ¿Por qué cuarenta días? Pues porque fueron los días que estuvo Moisés en el monte Sinaí. Todo entonces tenía una implicación religiosa.
Pedro Gargantilla es jefe de medicina interna del Hospital de El Escorial (Madrid), profesor de Historia de la Medicina en la Universidad Francisco de Vitoria (Madrid) y autor de muchos libros de divulgación de la historia médica entre los que destacan “Historia curiosa de la medicina” (Ed. Esfera de los libros) o novelas como “El médico judío” (Ed. Esfera de los libros). El profesor nos cuenta que básicamente la técnica para luchar con los virus sigue siendo la misma que hace siglos: la cuarentena.
También hablamos de cómo se propagó uno de los virus más mortíferos de nuestra historia reciente: la gripe española pese a tener una tasa de mortalidad más baja que el coronavirus. Sin embargo, el problema fue que afectó a muchas más personas. Se propagó por todo el mundo. En parte debido al hermetismo para hablar del tema de los países afectados. Era 1918 y Europa está sumida en la I guerra mundial.
Ninguno de los contendientes quería hablar de las bajas a causa de la gripe para no desanimar a sus respectivos ciudadanos. De hecho, el único país que informó fue España, que era país neutral. Por ello, falsamente se creyó que procedía de aquí (“gripe española”) cuando en realidad la enfermedad venía de Estados Unidos. Así pues, al desconocer la existencia de la enfermedad muchos países vieron cómo sus ciudadanos caían contagiados pues no habían establecido medidas preventivas. Es una de las cosas que nos enseña la historia de la medicina, por más que les pese a algunos gobiernos, la información y la transparencia salvan vidas.
Como estas muchas más historias, como por ejemplo el problema que tiene el crear vacunas ante un virus cambiante. De hecho, en algunos casos conseguirlas es muy complicado. Basta ver el tiempo que ha pasado desde el VIH descubierto en 1981 y pese a su atención mundial y esfuerzos farmacéuticos no se ha conseguido una vacuna que lo elimine, simplemente se han conseguido unos retrovirales que potencian inmunidad frente al SIDA pero no son totalmente eficaces. Como estás, otras muchas más historias las que nos relata el médico Pedro Gargantilla en ensayos como “Enfermedades que cambiaron la historia”.