La empresa Synthea Amatus ha creado una robot hiperrealista y asegura que sus propietarios se enamorarán de ella. La muñeca, construida a tamaño real, es interactiva y responde a la voz y al tacto.
En este sentido, según demostró en un panel de observadores en el Life Science Center de Reino Unido, la muñeca solo mantendrá relaciones sexuales si se siente estimulada y con ganas. De lo contrario, podría decir a su dueño que "le duele la cabeza", publica el portal Geek.
Si este la fuerza, los sensores de Samantha, diseñados por el ingeniero de Barcelona Sergi Santos, lo detectarían y la robot llegaría a apagarse por completo, convirtiéndose en un maniquí que no responde ante ningún estímulo, según informa el mismo portal.