Robert Sweet tenía 75 años cuando comenzó a patinar, animado por su mujer que se dedica profesionalmente a este deporte.
Desde entonces, este juez de Nueva York, ha convertido el patinaje en una de sus pasiones, a pesar de su avanzada edad.
Te puede interesar:
Sweet admite que "para mí, esto ha sido muy difícil, pero una vez que lo haces bien es una hermosa sensación de equilibrio, velocidad y libertad".
Libertad que este hombre de tan avanzada edad se ha negado a perder, pese a haber sufrido dos conmociones cerebrales. Ahora, para evitar sustos lleva casco y poder seguir volando en la pista como un niño.
Bush padre celebra sus cumpleaños 90 lanzándose en parapente