Time explica que los gérmenes no surgen en el dispositivo, sino que llegan a él a través de su puente favorito: nuestras manos. Si mientras comemos estamos usando el teléfono móvil las bacterias se quedaran en el dispositivo y, si después no lo limpiamos, nuestras manos introducirán las bacterias que se encuentren allí en nuestro pelo o las orejas.
Philip Tierno, profesor de Microbilogía y Patología en la Langone School of Medicine de la Universidad de Nueva York, explica que el limpia la pantalla dos veces al día, una por la mañana y otra por la noche. Todo depende de los hábitos de un usuario con el teléfono. En el caso de no usarlo durante las comidas la limpieza no tiene que ser tan estricta, pero en caso contrario es recomendable limpiar la pantalla con desinfectante.
Especial atención en el caso de que el móvil lleve una carcasa. Las bacterias se adhieren con más facilidad al cristal, al metal o al plástico y, por ello, es necesario limpiar con más atención los bordes donde la funda del móvil y el propio aparato se unen.
Respecto a cómo limpiar el móvil, Apple realiza una serie de recomendaciones: usar un paño suave y sin pelusas; que el móvil no se encuentre conectado a la corriente a la hora de la limpieza; no usar líquidos; no usar aerosoles o no rociar el limpiador directamente en la pantalla del móvil.