El pequeño Beck, de cuatro años, rompió lo que parece ser un juguete de Magformers y se tragó 13 diminutos imanes. Al principio, la madre creyó que el niño había contraído gripe, pero el color oscuro de los vómitos le hicieron ver que "algo iba muy mal", cuenta ella a WTMJ. Fue entonces cuando White y su marido Jeremy decidieron llevar a su hijo al Children's Hospital en Milwaukee.
"Los imanes crearon agujeros e infecciones en sus intestinos", explica la madre. "La culpa de una madre es enorme porque sientes que le fallaste a tu hijo", cuenta. Su hijo es autista y, por lo general, White toma gran precaución con sus juguetes. "No quiero que otra madre o padre pase por esto. Era un juguete tan simple”, continúa.
La Academia Americana de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés) también ha estado advirtiendo al público sobre los peligros de los juguetes magnéticos para niños, explican desde el Daily Mail.
"Los imanes de gran potencia han causado cirugías innecesarias, lesiones debilitantes, daños gastrointestinales irreversibles y otros impactos en la vida de bebés, niños y adolescentes", dijo el año pasado el ex presidente de la AAP, Fernando Stein.
"Nos habíamos asegurado de que él fuera lo suficientemente mayor, la edad en la caja, yo mismo lo verifiqué". "Parece una locura, pero tengo niños con necesidades especiales y, a veces, necesitas ir un poco más e hice esas cosas para asegurarme", agregó White.
"Si los tiene en su hogar, asegúrese de saber cuándo se juegan con ellos, no permita que los niños los tengan solos", aconseja.
En una actualización de Facebook, White declaró que Amazon eliminó el producto de juguete magnético de su sitio después de que su historia se hubiera vuelto viral.
"Amazon ha eliminado los productos que nos llegaron", escribió. "Esta es una gran victoria en mi libro porque, como puede ver en el producto original, comprarlo dice que es apropiado para la SMDH del bebé".