La reflexión de una madre en el último verano de sus hijos antes de ir a la universidad
En el post, Heather explica que al llegar a casa una tarde su porche delantero se encontraba lleno de zapatos, como se ve en la fotografía. “Estos zapatos significan que tengo una casa llena de niños. . . en su mayoría adolescentes. Estos zapatos son una señal segura de que es verano y la escuela se acabó. Estos zapatos significan que probablemente no quede comida en mi casa. Estos zapatos significan ruido y caos, risas y música. Significa que probablemente haya niños descansando en mi sofá, nadando en mi piscina, jugando al hockey o viendo una película en algún sitio. Estos zapatos significan que hoy somos la casa designada para pasar el rato”.
Heather mira los zapatos y siente “una oleada de tristeza” porque esos zapatos son de “un grupo de niños que han estado pasando el rato en mi casa durante cuatro años. Algunos niños han competido en los mismos equipos, algunos han estado en las mismas clases desde la escuela primaria, algunos han salido y algunos se han separado. Pero todos han seguido siendo buenos amigos a lo largo de los años. Y quiero a todos estos niños que dejan sus zapatos en mi porche. La mayoría de ellos acaba de graduarse de la escuela secundaria, lo que significa que estos zapatos irán en diferentes direcciones este otoño cuando se dirijan a la universidad”.
Su reflexión se centra después en un posible último verano con sus hijos: “Dicen que solo tienes 18 veranos con tus hijos. Estoy en el número 18 con el mío. Esto me hace preguntarme cómo pasaron tan rápido los 18 veranos. Grandes cambios están sucediendo por aquí, para mí y todos estos niños que están en mi casa. Mi corazón lo sabe y lo siente y es por eso que la visión de estos zapatos me hace sentir un poco sentimental. Sé que después de este verano, las cosas nunca volverán a ser lo mismo. Esta es una parte agridulce de la maternidad. . . esta transición de tenerlos en casa para verlos irse. Mi cabeza sabe que esto es algo bueno, pero mi corazón. . . solo duele”.
“Me encanta tener estos zapatos en mi porche porque significa que mis hijos están en casa. Significa que sé dónde están y con quiénes están y que están todos a salvo. Soy muy consciente de que estos zapatos no estarán aquí mucho más tiempo. Demasiado pronto estos zapatos estarán diseminados por diferentes campus universitarios y darán sus primeros pasos hacia la independencia. Y sé que todos estos zapatos podrían no encontrar el camino de regreso a casa el próximo verano ya que la vida los lleva a nuevas aventuras”, añade.
Pero trata de no dejarse llevar por esta tristeza: “Estos pensamientos cuelgan sobre mi cabeza como una nube oscura. . . tratando de robar la alegría de los momentos presentes. Agito la cabeza, tratando de alejar esos sentimientos nostálgicos. No quiero la tristeza de lo que vendrá para quitar la felicidad de hoy. Pero estoy descubriendo que tengo que recordármelo a mí misma con frecuencia durante este verano 18 porque cada momento parece agridulce”.
Sin embargo, decide disfrutar el momento, alegrarse de lo que aún tiene en casa. “Por ahora, abrazaré estos zapatos y estaré muy agradecida por ellos. Compraré todos los bocadillos. Daré la bienvenida a estos niños a mi casa y los dejaré estrellarse en mis sofás. Voy a absorber los sonidos de su risa y los haré limpiar todos sus problemas. Rezaré para que todos lleguen a casa con seguridad y me encantará tener una casa llena. Pero, sobre todo, haré todo lo posible para elegir la felicidad y la alegría para este momento en este momento y no dejar que esa oscura nube de tristeza me trague. Porque este momento en este momento. . . es realmente bueno”.
