Lo que parecía la instantánea perfecta para Katerina Zarutski, terminó en un buen susto. La joven, con más de 28.000 seguidores en Instagram, se hallaba de vacaciones en las Bahamas cuando decidió hacerse una fotografía en una piscina llena de tiburones nodriza.
El encargado de tomar las imágenes fue el padre de su novio. Sin embargo, la cosa se torció cuando vieron cómo uno de los tiburones mordía el brazo de la joven y la hundía en el agua. Fue entonces cuando Katarina consiguió soltarse del animal y salir rápidamente de la piscina.
A pesar de lo complicado de la situación, la joven solo ha sufrido una herida por la mordedura. Además, ha tenido que tomar antibióticos durante un mes para no contagiarse de las bacterias que el animal pudiera tener. "Tengo suerte de conservar el brazo", ha declarado a BuzzFeed New
Nadar con tiburones es una actividad muy común en las Bahamas y por lo general, estos suelen ser "inofensivos para los humanos", según una web dedicada al turismo del distrito de Exuma. Estos, además, promocionan el baño con los animales como "algo que hay que hacer una vez en la vida". Sin embargo, a Zarutski no le salió del todo bien la aventura. Eso sí, la joven ha duplicado el número de seguidores desde el lunes, cuando hizo pública la noticia.