Kelsey Hines sólo tiene seis años, pero tiene las cosas muy claras. En un emotivo discurso cargado de argumentos que su madre colgó en su Facebook hace unos días, la pequeña Kelsey aborda la oleada de crímenes violentos que asuela su Baltimore natal. Con su reivindicativa camiseta '¡No dispares! ¡Déjame crecer!', la joven activista nos explica lo duro que es para ella ver cómo muere la gente a su alrededor. Un mensaje salpicado de religiosidad que acaba llevando a Kelsey a las lágrimas. "Lágrimas que brotan de mis ojos porque vosotros no dejáis de matar", que derriten el corazón de las redes de medio mundo.