Los cazadores furtivos son una amenaza letal para los elefantes y se han convertido en una de las principales razones por las que su población se está viendo dramáticamente mermada. El marfil de sus colmillos es verdaderamente preciado, especialmente en África y Asia, y son muchos los que han visto en ellos un negocio suculento. En China, una de las naciones que más busca el mercadeo de marfil, y a pesar de prohibirse su comercio legal, los colmillos llegan a valer más que el oro. Hay quien incluso cree que posee propiedades curativas y beneficiosas para el cuerpo.

Sin embargo, ahora, según científicos de National Geographic, los elefantes y la naturaleza parecen haber encontrado en la evolución una respuesta a esta grave amenaza: muchos están empezando a nacer sin colmillos, algo que hace que los furtivos pierdan su interés en ellos y dejen de ser un objetivo, tal y como informa Business Insider.