El equipo de investigadores logró analizar el agujero negro de masa estelar en nuestra galaxia (conocido como 4U 1630-472) y descifró su actividad giratoria (a una velocidad del 92-95 por ciento de la velocidad de rotación teóricamente permitida) alrededor de su eje mientras succiona material que cae. Está sujeto a tensiones gravitacionales y temperaturas tan altas que comienza a brillar con rayos X, que fueron observadas por los astrónomos usando telescopios.
Si se atiende a las teorías físicas, como por ejemplo la Teoría General de la Relatividad (GR) de Einstein, "si un agujero negro está girando rápidamente, modificará el espacio y el tiempo a su alrededor de una manera diferente a la de un agujero negro que no está girando".
No es una actividad fácil de detectar, así lo asegura la autora principal de este análisis, Mayukh Pahari: "Detectar firmas que nos permitan medir el giro es extremadamente difícil. La firma está incrustada en la información espectral que es muy específica a la velocidad a la que la materia cae en el agujero negro. Sin embargo, los espectros son a menudo muy complejos debido principalmente a la radiación del ambiente alrededor del agujero negro.
No obstante, considera que han tenido suerte durante las observaciones "al obtener un espectro directamente de la radiación de la materia que cae en el agujero negro y lo suficientemente simple como para medir la distorsión causada por el agujero negro en rotación".
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