El mazazo emocional fue tal para Pearce que decidió no abrir el regalo. “Ella me dio el regalo al mismo tiempo que me dejaba, así que me lo llevé a casa. Tuve un largo paseo hasta allí, estaba enfadado y triste, todas esas cosas que sientes cuando rompen contigo”, ha afirmado Pearce a Unilab. “Al llegar a casa dejé el regalo bajo el árbol de navidad, y después de abrirlos todos el día de Navidad, aún quedaba ese sin abrir. Le dije a mi familia que nunca lo abriría”, continúa.
Una tradición que siguió cumpliendo año tras años, incluso casado y con hijos. “Al principio lo guardé porque creo que tenía la esperanza de que volviéramos a reunirnos y lo abriéramos juntos. Después se convirtió en una tradición que ha durado 47 años”, ha explicado.
Sin embargo, este año su esposa se cansó de ver el regalo bajo el árbol. Por ello, Pearce decidió ponerse en contacto con Allen a través de Facebook y reunirse para abrir en regalo. Su exnovia incluso había olvidado lo que había detrás del envoltorio, que resultó ser un libro titulado El amor es: nuevas formas de detectar ese sentimiento.
Además, la cita, que anunciaron a través de las redes sociales, sirvió para recaudar fondos para una organización benéfica que da comidas de Navidad a los más necesitados.
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