El sábado pasado, cuando Cuenca no había pasado todavía a fase 2 (los cambios de fase siempre se hacen en lunes) se celebró en Tomelloso un macro botellón al que acudieron miles de personas, sin que todavía se haya precisado el número exacto de asistentes. Obviamente, era una concentración ilegal, prohibida el estado de alarma y que incumplía las normas de la desescalada, pues en fase 1 no se pueden hacer reuniones de más de 10 personas.
La imagen, en la que se ve a un gran número de personas que no guardan las medidas sanitarias, es todavía más chocante por haberse dado en Tomelloso, una de las localidades más golpeadas por el coronavirus, donde han muerto, al menos, 300 personas.
Cuatro al día ha hablado con una vecina que perdió a su madre, a su tío y a su tía mientras ella estaba también enferma de COVID-19 y que ha mostrado su indignación: “No entiendo cómo se ha podido celebrar un botellón así. Aquí hemos vivido una pesadilla y casi todas las familias han perdido a alguien en esta crisis”.