Desde un preescolar hasta la tercera edad, los videojuegos pueden jugar un papel importante en el mundo del aprendizaje. Razonamiento espacial, capacidad motriz o potenciar la memoria sensorial no entienden de edades ni de barreras físicas. Ésta es la razón por la que cada vez más encontramos videojuegos que entran en la categoría de “brain sports
Cada vez son más las personas que se acercan a este mundo, potenciado desde videoconsolas, teléfonos o tablets, demostrando que una pantalla puede ser una buena ayuda para seguir aprendiendo. Para ello hablamos con Norman Suárez, CEO de Cuicui Studios, que hasta la fechan han desarrollado tres apps de aprendizaje que van desde niños preescolares hasta adulto con un objetivo: diseñar soluciones distintas que nos permitieran crear retos intelectuales gamificados.
“Trabajamos con un modelo de concepción de la mente que se basa en la teoría de las inteligencias múltiples, diseñado por pedagogos”, aclara Suárez. Una base fundamental para entender que no se trata sólo de crear videojuegos que puedan tener aportes intelectuales, sino que disponen de una base científica refrendada.
En 2019 verá la luz Summer in Mara, que, bajo una premisa similar, amplia el horizonte entre diversión y concienciación. Con Summer in Mara serán siete los proyectos que Chibig ha lanzado, siempre relacionados con un cierto grado de aprendizaje, sin embargo, ha sido con Deiland cuando se ha posicionado con más firmeza en el mundo del videojuego. “Esta tendencia inicial [el aprendizaje] ha mantenido en nuestros videojuegos posteriores un poso que busca transmitir valores, pero siempre desde el lado del entretenimiento”, comenta Abraham.
Sin embargo, no sólo en nuestras fronteras encontramos juegos o minijuegos en los que la ecología sea la protagonista. Tareas cotidianas como el reciclaje se pueden convertir en un juego de niños con ejemplos como Recicle City, que enseñará los principios más básicos de la recuperación de residuos. Un pequeño paso en el día a día pero cuando lo multiplicamos por miles de hogares puede ser determinante.
En ese camino en el que todos estamos involucrados también encontramos un gran objetivo a medio plazo: revertir el cambio climático. También el mundo del videojuego se ha involucrado en esta lucha con ejemplos como Clim’Way. Aquí se nos presenta un escenario en el que debemos incrementar el uso de las energías renovables y reducir los gases de efecto invernadero, uno de los principales culpables en la degradación de la capa de ozono.
En clásicos como Age of Empires, con el cual podemos contemplar la evolución del mundo desde la Antigüedad, con la inclusión de ahora lejanas civilizaciones como Egipto o Grecia, hasta la Edad Moderna, aquella que dio forma a la actual Europa y a una incipiente América, encontramos de una manera resumida, accesible e interactiva una oportunidad única para que niños, jóvenes y no tan jóvenes descubran un poco más de nuestros orígenes. Otras opciones, como las de otro clásico, eterno Civilization, también nos permiten tener una perspectiva de la Historia desde un prisma lúdico sin renunciar a la fidelidad histórica.