God of War al Olimpo. Premio al juego del año en los Game Awards 2018
Antes de que diera nombre a una marca de zapatillas deportivas, la niké o diosa de la victoria ya campaba a sus anchas en el Olimpo de la mitología griega. Ahora una suerte de niké 2.0 es la imagen de los Game Awards. No tiene nombre oficial todavía (como pasó con el Oscar en su momento) pero la estatuilla ya es adorada por una industria que, en poco tiempo, la ha acogido como referente de calidad para sus producciones.
Comparte con el cine más similitudes. Su gala se hace también en Los Angeles, en un teatro de grandes dimensiones (en este caso el Microsoft Theater) en esta ocasión amenizada con oscarizados como Hans Zimmer, autor de bandas sonoras como Gladiator o el Rey León. Y, por supuesto, con reparto de premios. Las mejores estatuillas de la diosa se las llevó otro dios. Cuando, después de 13 años, la saga God of War que tantas alegrías le había dado a Playstation empezaba a dar síntomas de flaqueza, Santa Mónica Studio decidió darle una vuelta a su juego. El resultado un pelotazo en ventas y tres galardones, mejor juego de acción/aventura, mejor dirección y mejor juego del año.
Un premio arrebatado casi por sorpresa al considerado ya un clásico moderno y el a priori gran favorito. El western de Red Dead Redemption II. El virtuosismo por el detalle y las historias a las que nos tiene acostumbrados Rockstar se quedó en esta ocasión sin el principal premio pero salvó la cara con cuatro estatuillas. Mejor guión, mejor interpretación, mejor sonido y mejor banda sonora. El premio al título independiente fue para Celeste, los mismos que el gran fenómeno del año Fortnite que tuvo que conformarse con el de mejor título multijugador y mejor juego en desarrollo porque el de mejor título de E-Sports fue un año más para Overwatch.
Una entrega de premios en la que, a diferencia de la gala de los Oscar, no hay prejuicios a la hora de presentar la gala como un escaparate para vender. Se presentaron anuncios de diez títulos. O casi se presentaron porque apenas se vislubraron. Algunos como la esperada nueva secuela de Dragon Age no pasaron de ser un teaser de presentación. No hubo suerte para los nominados españoles, el youtuber Willyrex no consiguió el de creador de contenido del año y en la categoría de juegos hechos por estudiantes no hubo suerte para el Digipen Bilbao y su Jera, el premio fue finalmente para Combat 2018 de la Universidad Noruega de Ciencias Aplicadas.