Los registros telefónicos corresponden a comunicaciones captadas en zonas de guerra y en "otras áreas" en el extranjero, según el periódico norteamericano, que cita como fuentes a autoridades estadounidenses conocedoras de estos programas y que no aclaran la cantidad de llamadas interceptadas.
Esta colaboración tendría como objetivo proteger a las tropas de Estados Unidos y sus aliados en países en conflicto, así como a civiles, y formaría parte de los compromisos de cooperación con países aliados.
Según esta versión, los documentos filtrados por el exanalista de la NSA Edward Snowden habrían sido malinterpretados, ya que se trata de información recogida por los servicios de Inteligencia español y francés y no de los de Estados Unidos.
Washington, sin embargo, se muestra reticente a aclarar este punto en la medida en que entiende que podría dejar expuestos a los servicios de países aliados y comprometer la colaboración futura con estos Estados.
El diario ha diferenciado claramente entre esta información sobre llamadas telefónicas y el seguimiento a los teléfonos de unos 35 líderes mundiales, incluida la canciller alemana, Angela Merkel, por parte de la NSA.
Por otra parte, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) no puede informar, por ley, sobre los "medios, procedimientos, fuentes y relaciones" con otros servicios de Inteligencia, según ha informado a Europa Press un portavoz del servicio de Inteligencia español.
"El CNI por la ley que le regula no puede informar de medios, procedimientos, fuentes y relaciones con otros servicios de Inteligencia", ha afirmado el portavoz, al ser preguntado por la información del diario 'The Wall Street Journal', que asegura que fueron los servicios de Inteligencia español y francés los que recopilaron los datos de llamadas telefónicas para la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA).