La cifra de civiles que ha cruzado ya las fronteras ha convertido este éxodo de refugiados en el mayor de los últimos 75 años. Ya son más de un millón los desplazados con motivo de la invasión rusa, mayoritariamente mujeres, niños y familias ucranianas.
Nuestra compañera María Miñana lleva varios días siendo testigo de estas huidas desde la propia frontera entre Ucrania y Polonia. En el día de hoy se ha desplazado hasta la estación de tren más cercana a una frontera, concretamente a 13 kilómetros. Cientos de refugiados se acumulan en la estación con el objetivo de salir del país.
Los trenes desplazan unas 2.000 personas y los asientos suelen estar reservados para niños y ancianos, por lo que cientos de mujeres deciden hacer el camino a pie.
Entre todos aquellos que esperan su momento para escapar, nos encontramos con decenas de personas con carteles ofreciendo transporte gratuito. Además, se les suministra comida, fruta, agua y alimentos para bebés.
A estos dos puntos se suma un tercero, organizado por los bomberos, en el que se ofrece refugio o alojamiento igualmente gratuito. También varias voluntarias han improvisado una cocina en el propio hall de la estación para ofrecer comida caliente, como sopas e incluso carne guisada.
Y, por supuesto, a todos ellos se suman numerosas ONG que también se están volcando con ellos, entre ellas varias organizaciones españolas.