Cuatro mujeres han sido asesinadas en España esta semana, presumiblemente, por los hombres con los que mantenían o habían mantenido una relación de pareja. Estos crímenes elevarían a 17 el balance de víctimas mortales en lo que va de año, lo que sitúa las estadísticas en niveles del primer trimestre de 2008, cuando terminado el mes de marzo, se contaban 18 feminicidios.
La policía investiga el hallazgo del cadáver de una mujer de 60 años con signos de violencia en Madrid, que podría equiparar las cifras. Fuentes de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género informan que, de momento, no hay indicios que apunten a un crimen de estas características, por lo que no computan el caso.
Otra mujer, de 49 años, murió esta semana en la capital, a manos de su expareja. El agresor, que confesó tras ser detenido, la llamó diciéndole que iba a suicidarse. La mató con arma blanca,
Sí reconocen visos de ser casos de estas características en los homicidios de dos mujeres registrados en las últimas horas en Melilla y Barcelona. En la ciudad autónoma el crimen se produjo este martes. Ella, de 64 años, había sido asesinada y él, su pareja, que fue encontrado en la misma estancia, se había suicidado.
En cuanto al caso de Cataluña, sucedió en la localidad barcelonesa de Gelida el lunes, cuando los Mossos d'Esquadra encontraron el cuerpo de una mujer de 57 años en su domicilio y, horas después, detuvieron a su pareja como presunto autor de un delito de homicidio.
También el lunes, una mujer de 35 años fue asesinada en Mungia (Bizkaia). La Ertzaintza detuvo horas después a su exnovio, que tenía antecedentes, además, por violencia de género. Este caso ya ha sido confirmado oficialmente por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
El año pasado, entre el 1 de enero y el 31 de marzo fueron asesinadas 13 mujeres en España. En 2012 fueron 12 y en 2011, un total de 16. En 2010 el balance oficial del primer trimestre se cerró con 14 crímenes, y un año antes con 10. En 2008 ascendieron a 19 y en 2007 se habían contado 18 en las mismas fechas.
No obstante, la estadística de la Delegación del Gobierno guarda aún tres casos más bajo investigación (sucedidos en Fuenlabrada, San Roque y Chiclana de la Frontera) y que de responder al machismo violento, elevarían a 21 el número de asesinadas en menos de tres meses, la cifra más alta desde el año 2006 cuando, al cierre de marzo, se contaban 22 homicidios de estas características.
El factor precipitación
El forense y exdelegado del Gobierno para la Violencia de Género, Miguel Lorente, explica que "no es descartable en absoluto" que en la acumulación de asesinatos de los últimos días haya mediado lo que llama "efecto precipitación" y por el que un hombre que tiene idea de asesinar a una mujer se decide a hacerlo al verse reflejado en crímenes como el que planea cometer.
"Son factores a considerar, es un factor más dentro de todo lo que existe y que se maneja en la violencia de género. No es la causa del homicidio y no se trata de quitarle responsabilidad al agresor, porque vemos cómo utiliza cualquier elemento para reforzarse en su posición, pero es un factor que influye", ha explicado el experto.
En el año 2011, el Ministerio de Igualdad presentó un estudio elaborado por el catedrático de Bioestadística de la Universidad de Granada, Juan de Dios Luna del Castillo, del que se desprendía que el riesgo de que un hombre mate a su pareja o ex pareja es un 67 por ciento más alto al día siguiente de un primer asesinato y hasta un 30 por ciento más elevado cuando se han cumplido diez días del primer crimen.
El estudio analizaba los 545 feminicidios que se habían cometido en 484 días entre 2003 y 2010 para concluir que existía un "patrón de concentración" de los casos: el 25 por ciento de ellos tuvieron lugar al día siguiente de un crimen previo, mientras que el 21,65 por ciento se concentraron al cabo de diez días de ese primer asesinato.
Lorente incide en que cada caso es un mundo, pero "un mundo en el que sí hay una posición común: La de un hombre que decide que una mujer va a hacer lo que él diga y que si no, la mata". "Son tres hombres que deciden lo mismo y que tienen una referencia común, la idea de que cuando el hombre parte de una posición de poder, de dominio y de autoridad y entiende que no se hace lo que él ha decidido que se haga, lo toma como una ofensa a su posición como hombre", ha añadido.