Louie vivía con su madre, Catherine Fenton, en una pequeña localidad al norte de Londres, Hertfordshire, y acudía cada día al colegio Richard Hale School, en la misma población. En el centro, el pequeño recibía a diario la intimidación de sus compañeros, quienes abusaban de él por ser vegano y le lanzaban carne.
Según explica la madre de Louie, “él había sido intimidado regularmente desde que llegó a la escuela Richard Hale. Él tenía citas regulares con el consejero y comenzó a auto-dañarse”, explica Catherine.
Del mismo modo, la madre del pequeño confiesa que intentó hablar con el colegio de su hijo en varias ocasiones, pero que el abuso hacia Louie continuaba, informa The Sun.
Según han podido saber los investigadores del caso, desde hacía tiempo el joven comenzó a fumar para intentar lidiar con el estrés que le producía el bullying que recibía, hecho que la policía no relacionó con el suicidio, ya que no se encontró ninguna nota sospechosa entre las pertenecías del joven.
La familia de Louie explica que el pequeño era “un niño maravilloso” y que "de alguna manera, él tenía sabiduría y preocupaciones que no eran propias de un niño de su edad, y en otros aspectos era un muchacho travieso y entusiasta”.
Dominika Piasecka, portavoz de la plataforma vegana The Vegan Society, ha manifestado la tristeza que les ha producida la muerte de Louie. "Desafortunadamente, los escolares pueden ser intimidados por cualquier punto de diferencia, usar gafas, su color de pelo, antecedentes sociales y así sucesivamente. El veganismo es sólo un posible punto de diferencia”, explica Piasecka.