El dueño de la pirotecnia La Gallega llegaba al edificio judicial en un coche sin rotular de la Guardia Civil, esposado y escoltado por dos agentes de paisano. Cuando caminaba hacia la puerta del edificio, con la cabeza agachada, cubierta por una capucha y rodeado de gran expectación mediática, un hombre se abalanzó sobre él e intentó agredirle.
Agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local lograron impedir que el hombre atacara al detenido. Tras el incidente, y en declaraciones a los medios, este vecino explicó que, pasaba por la zona para hacer una gestión y, al ver al supuesto responsable de la explosión del pasado miércoles, que arrasó su casa, perdió los papeles y actuó llevado "por el corazón". "Sin embargo, los primeros días me encontré con él y no le dije nada, pero hoy se me cruzaron los cables", ha añadido.
La vivienda de Bugallo estaba "pegada" al almacén clandestino que saltó por los aires -causando la muerte a un matrimonio y 37 heridos- y quedó "destruida". Este vecino "nunca" pensó que habría allí material peligroso. Tenía una "sospecha muy pequeña" de que podría tener material "pero no explosivo", sino cartones o cañas.
Este vecino, quien ha manifestado sentir "impotencia" tras lo ocurrido, ha reclamado que "se haga justicia" y ha pedido a la jueza de instrucción "que tenga compasión" de los afectados "que se quedaron sin nada". "Aún por encima de esta desgracia, tenemos que dar gracias que estamos aquí", ha aseverado, y ha añadido, dirigiéndose a los periodistas: "No os olvidéis de nosotros".
Hallan dos almacenes ilegales más
F.G.L. fue detenido este lunes por segunda vez, después de que la Guardia Civil localizase el pasado fin de semana dos almacenes ilegales de explosivos en la parroquia de Baldráns, que sumaban más de 1.600 kilos de este tipo de material.
Este empresario pirotécnico, que ya tenía condición de investigado por los supuestos delitos de homicidio imprudente, daños imprudentes, lesiones imprudentes y riesgo catastrófico en la modalidad de riesgo provocado por explosivos y otros agentes, compareció ante la jueza el pasado viernes. En aquel momento, la magistrada le dejó en libertad provisional con la obligación de comparecer los días 1 y 15 de cada mes.
Tras la detención del lunes, por los supuestos delitos de tenencia de explosivos y riesgo, ha pasado de nuevo a disposición judicial. Según han avanzado fuentes de la Fiscalía, el ministerio público pedirá su ingreso en prisión.