Estamos en vísperas del 8m. El pasado año cayó en domingo. Hace 365 días estábamos iniciando, sin saberlo, una semana que iba a cambiar nuestras vidas por una pandemia que no estaba aún declarada oficialmente antes de analizar que se hizo mal entonces.
Esos siete días de marzo desembocarían, un fin de semana después, el del 14 y 15, con el estado de alarma y el confinamiento. Siete días que cambiaron el rumbo de la historia.
La Comisión 8M cree que "es imposible" no ver la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) de mantener la prohibición de las concentraciones por el Día Internacional de la Mujer en la comunidad "como un ataque a las mujeres".
"Las mujeres de la Comisión 8M nos hemos adaptado, como no podía ser de otra manera al contexto de pandemia. Hemos acatado restricciones, hemos sido propositivas, hemos dado alternativas y nos hemos organizado en concentraciones que cumplen con todas las garantías sanitarias establecidas en los propios informes de la Delegación de Gobierno", denuncian.
En los autos del Tribunal, los magistrados consideran que, en este caso, el derecho de reunión entra en conflicto con valores constitucionales como la salud pública, una "colisión" que a juicio de la organización feminista es "una quimera".
En este sentido, señalan que "no hay que elegir entre derechos", sino que "son las autoridades las que tienen que garantizar que los derechos no se vulneran".