Las tremendas inundaciones que acontece EEUU cada siglo podrían ocurrir cada año, según un estudio
El fenómeno climático podría ocurrir cada 1 y 30 años
La creación de mapas más precisos ayudaría a los municipios a prepararse
Investigadores de la Universidad de Priceton han advertido que el cambio climático puede agravar el peligro asociado a las inundaciones en las regiones costeras de Estados Unidos. Los científicos destacan que las graves inundaciones que surgen cada 100 años podrían producirse año tras año en la región del Atlántico Medio y en el estado de Nueva Inglaterra, según un estudio recogido en la revista Nature Communications.
Los científicos explican que la denominada ‘inundación de los 100 años’, una inundación que ocurre una vez cada siglo, pueden empezar a darse con más frecuencia en los próximos años. Los especialistas crearon nuevos mapas que predicen la probabilidad de inundaciones costeras a partir de la combinación de datos sobre marejadas ciclónicas y la elevación del nivel del mar con la fuerza de tormentas tropicales y huracanes. En concreto, el fenómeno climático podría ocurrir cada 1 y 30 años.
MÁS
La contracumbre del G7: ecologistas y chalecos amarillos protestan contra las políticas de Macron y del G7
Siete fallecidos, entre ellos una pareja y sus dos hijos menores, en un accidente aéreo en Mallorca
Dos años del genocidio de los roginhyas : "Quemaron nuestras casas y se apropiaron de las tierras"
La creación de mapas más precisos ayudaría a los municipios costeros a prepararse para afrontar los efectos del cambio climático y evitar posibles daños. "Los actores políticos pueden comparar el cambio de riesgo espacial, identificar epicentros y priorizar la asignación de recursos para la reducción de riesgos", destaca Ning Lin, una de los autores del estudio.
Las zonas costeras, como el estado de Nueva Inglaterra, afrontarán mayor riesgo de inundaciones provocado por el aumento del nivel del mar. Las zonas de latitudes sur sufrirán el aumento de ciclones junto con el creciente nivel del mar. Un mayor riesgo de desastres naturales.