El colectivo de los temporeros es uno de los que más preocupa por ser el origen de nuevos brotes de coronavirus. En Albacete, se han detectado 10 positivos en un asentamiento ilegal y la situación es tensa. Algunos han eludido el confinamiento y están causando incidentes en las calles.
Son inmigrantes confinados en un asentamiento desde el viernes porque varios habían dado positivo. Se han fugado y están por el centro de la ciudad protestando y en actitud desafiante ante mucha gente que se encontraba la mañana del domingo en las terrazas de la localidad castellanomanchega. La Policía, equipada de escudos, ha intentado evitar que se descontrolaran.
Este ha sido uno de los últimos brotes conocidos. En Euskadi ya son siete los rebrotes desde la entrada del territorio en la nueva normalidad. Y con este panorama aún seguimos viendo imprudencias como la que se produjo en Córdoba después de que 400 personas asistiesen a una fiesta de graduación que deja casi 40 casos más.
Para paliar esta situación la mayoría de las autonomías han implantado el uso obligatorio de la mascarilla. La Comunidad Valenciana lo hizo el sábado ante la expansión del virus. Madrid y Canarias por el momento son las únicas que no se lo plantean.
Las fiestas multitudinarias son un ejemplo de falta de responsabilidad entre los jóvenes, pero hay quien ha ido un paso más allá. En un barrio de Pamplona se estaba promocionando un partido de fútbol entre contagiados y no contagiados. De haberse jugado, podrían haber sido muchos más los contagiados en esta comunidad en