Tras perder la custodia de sus tres hijos, unas gemelas de 6 y un niño de 9 años, Mireya Agraz, decidió con sus padres quitarse la vida junto a sus pequeños en el interior del domicilio familiar ubicado en la delegación Magdalena Contreras, en Ciudad de México.
Allí fueron encontrados, hace una semana, los cuerpos de los niños junto al de dos adultos, el de Mireya y el de su padre. También se halló a una persona con vida, la abuela de los menores que fue trasladada al hospital inconsciente.
El hallazgo de los cadáveres fue realizado por un familiar que acudió al domicilio alertado por uno de los hermanos de Mireya que no conseguía localizar a la familia.
Según las primeras investigaciones, en el lugar se encontró un mensaje póstumo para uno de los hermanos de Mireya. En él, la mujer aseguraba que estaba deprimida y explicaba la razón por la que tomó la decisión de matarse junto a toda su familia.
La mujer de 38 años de edad, que ya intentó quitarse la vida en 2006, según recoge Excelsior, decidió envenenar, a los pequeños y a los abuelos de estos, con un tóxico disfrazado de medicamento. Los cuerpos no presentaban signos de violencia.
Presuntamente el padre había solicitado exámenes psicológicos para la mujer, pues aseguraba que no era apta para el cuidado de sus hijos.