El condón vendido data del siglo XIX y está realizado con intestinos de oveja, que a pesar del paso del tiempo, se ha conservado perfectamente. Aunque se sabe que el comprador procede de Amsterdam, se desconoce cuáles son sus intereses con dicho producto.
Son muy pocos los preservativos de esta época que se pueden encontrar, ya que por aquel entonces eran un producto que sólo la gente adinerada se podía permitir y, de los que se conservan, se pueden encontrar en algunos museos. Esto y que su tamaño -19 centímetros- sea mayor a los de otros preservativos de la época e incluso de la actualidad ha convertido a este producto en una auténtica rareza.