Los internos que quieren hacer huelga de hambre lo tienen que comunicar individualmente a la dirección del centro penitenciario a través de una instancia en la que tienen que hacer constar si será huelga de hambre y sed o solo de hambre.
En este caso, existe un protocolo médico según el cual los médicos de la cárcel controlan el estado de salud de los internos con un seguimiento de la presión, el peso y analíticas de sangre, entre otras pruebas, y los facultativos realizan estos controles inicialmente, aunque adaptan la periodicidad en función de la evolución de los pacientes.
Si el estado de salud de los internos requiere ingreso hospitalario, los servicios penitenciarios los trasladan a la Unidad Hospitalaria Penitenciaria de Tarrasa (Barcelona) y, como medida extrema, un juez puede autorizar la alimentación forzosa por indicación médica a través de la administración de suero.
Los internos en huelga de hambre siguen con el régimen de vida del centro penitenciario, de manera que mantienen los horarios y las actividades, así como la obligación de ir al comedor.
Las mismas fuentes también han detallado que la foto de los siete dirigentes independentistas en prisión provisional en Lledoners difundida por Òmnium Cultural fue captada por la cámara del taller de fotografía del centro penitenciario (solo pueden tener una foto como esta los internos con un alto nivel de participación en las actividades) y la distribución de la imagen no estaba autorizada por los servicios penitenciarios.
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