Los veterinarios de una clínica australiana decidieron difundir a través de Facebook uno de los casos más raros que han tenido, la intervención a un pez dorado.
Una mujer joven llegó alterada al centro clínico afirmando que su pez no comía y actuaba de forma extraña. Después de hacerle un chequeo al animal comprobaron que tenía en la garganta una pequeña piedrecita de la pecera.
Los veterinarios anestesiaron al animal y le realizaron una intervención en el que pudieron salvarle la vida, al extraerle la piedra, una operación que le costó 500 dólares a la dueña.
La mujer se encontraba feliz de poder volver con su pez sano y salvo a su casa.