Las calles de Madrid se han llenado de 'runners' y gente paseando de 6 a 10 horas porque desde este sábado se puede hacer deporte individual y pasear una vez al día en cualquiera de las dos franjas horarias propuestas: de 6 a 10 de la mañana y de 20 a 23 horas.
El deporte al aire libre deberá realizarse en el mismo municipio de residencia -sin límite horario más allá del permitido por las franjas-, mientras que en el caso de los paseos no podrá uno alejarse a más de un kilómetro de distancia de su domicilio.
Para evitar que las personas no se concentren en las mismas horas, se ha restringido el horario de los paseos ya permitidos para los menores de 14 años entre las 12 del mediodía y las 19 horas. Sin embargo, en ciudades como Madrid, con parques y jardines cerrados esto ha sido inevitable.
La zona de Madrid Río, Casa de Campo, Puente de Toledo/Carabanchel, Bernabéu, Paseo del Prado o la calle Ibiza se han visto repletas de personas en bicicleta, en patines, corriendo o simplemente dando un paseo.
Los ‘runners’, que parecen haberse multiplicado, han respetado en la mayoría de los casos las medidas impuestas, pero la distancia de seguridad no ha sido fácil de garantizar. Algunos incidían en la importancia de abrir los parques - cerrados por decisión del Ayuntamiento-: “Si abren los parques quizá se pueden dispersar más”.
En Madrid, la Policía Municipal ha tenido que llamar al orden a algunos corredores que han levantado, incluso, el precinto que cierra su acceso a Madrid Río.
No obstante, no es la última dificultad que han encontrado los corredores. La mayoría destaca que tras 50 días de confinamiento, les ha costado retomar la actividad.
“Hoy he hecho mi ruta de los últimos años y me ha costado”, revela uno de ellos, mientras que otro confiesa haber acabado “muerto”.
Y, los ‘runners’ no son los únicos que han encontrado dificultades. Personas que practican otro tipo de deportes han tenido que improvisar por ejemplo un muro como si fuese un rocódromo.