A pesar de que los vendedores de la mercancía usaban bolígrafos y cuentabilletes para asegurarse de la veracidad de los billetes, únicamente se dieron cuenta después de haberle hecho entrega de sus ‘compras’, cuando estos ya habían desaparecido. Esto se debe a que los timadores usaban en primer lugar billetes reales y, en un momento de despiste de su víctima, los cambiaban por los billetes de juguete.
La banda, usaba para sus timos unos billetes del conocido juego de mesa que se asemejaban mucho a los de 100 euros. Tanto el tamaño como la textura se asemejaban mucho a los billetes reales. Sin embargo, sobre ellos, llevaban el nombre del juego impresa. Para evitar ser pillados, la banda colocaba los billetes en fajos y los unía con una banda de papel que cubriera la zona donde aparecía el nombre.
Según el diario ‘Telegraph’, se cree que la banda detrás de estos delitos es la encabezada por el estafador Gianni Accamo.