Los hechos ocurrieron el pasado 10 de marzo de 2015 cuando Jeannine Risley denunció haber sido violada por un extraño que irrumpió en la casa, donde dormía por cuenta de su empresa, en el condado de Lancaster, estado de Pensilvania, EEUU.
Cuando la mujer llamó a la policía, los agentes encontraron un salón revuelto y la historia de la mujer, que dijo despertarse con un desconocido de unos 30 años encima de su cuerpo, que la agredió y la violó, según ha publicado el periódico de la localidad Lancasteronline.
Los agentes revisaron la pulsera que monitoriza el sueño y la actividad física reveló que la mujer estaba despierta y caminando durante las horas que contó haber estado dormida.
Además, las pesquisas alrededor de la casa no revelaron huellas de personas. Tampoco el suelo de la habitación reveló huellas de lucha o de zapatos, como los que dijo Jeannine Risley calzaba su agresor.
Los investigadores sospechan que la mujer orquestó todo porque estaba a punto de ser despedida de su trabajo y baraja esta hipótesis, la razón para inventar una acusación falsa.
Ahora, Jeannine Risley, tendrá que comparecer en un juicio acusada de varios delitos menores, entre ellos de dar falso informe a la policía, manipulación de pruebas y falsas alarmas a la seguridad pública.