Su madre lo encontró muerto bocabajo en su habitación y faltaba en el vivero Tiny, su serpiente preferida, según ha publicado The Guardian.
El hombre tenía una costilla fracturada, hermorragia en uno de sus ojos y síntomas de asfixia irreversible.
Dan Brandon sabía que con Tiny, una pitón africana, tenía que tener más cuidado, según ha contado su madre a los investigadores.
"Él era más cauteloso con Tiny, una pitón de dos metros y medio. Decía que era muy fuerte y por eso había dejado de ponerla alrededor de su cuello porque era fuerte e impredecible".
La policía británica abrió una investigación tras la muerte de este hombre y los análisis forenses determinaron que el reptil lo más probable es que lo hubiera apretado de manera afectuosa y no de forma agresiva.
"Es posible que se aplicara algún tipo de presión en el cuello o el pecho que le causó asfixia". Sin embargo, no había marcas alrededor de su cuello o pecho, explicó un forense.
La madre del fallecido compareció ante un tribunal de Hampshire, donde explicó que su hijo criaba serpientes desde que tenía 15 años.
Un hecho que reforzó el testimonio del profesor John Cooper, veterinario y guardián de serpientes, experto que registró el criadero de serpientes de Brandon y habló de las condiciones en la que las mantenía como un experto herpetólogo.
"Ella se estaba enrollando a su alrededor, a un punto que ignoro. Y hubo un momento en que ella lo agarró inesperadamente y lo derribó o algún otro mecanismo" (...) Después de que Brandon muriera, la serpiente se escondió, probablemente "por la conmoción de la caída del cuerpo o por su reacción".
La madre de Dan Brandon, tras comparecer en el tribunal dijo que toda la familia había quedado conmocionada por esta muerte y que esperaban encontrar respuestas en esta investigación, aunque no estaban seguros de que iban a tenerlas.