El pesquero español, cuya base está en Santa Pola (Alicante), se dirige hacia España, pero no podrán entrar en aguas territoriales salvo que reciba la autorización de la Dirección General de la Marina Mercante, dependiente del Ministerio de Fomento. Se encuentra a aproximadamente 800 millas de la ciudad de la Comunidad Valenciana y puede tardar entre cuatro o cinco días en llegar, salvo imprevistos.
"No puedo seguir navegando hacia el norte, hacia el sur, hacia el este o el oeste, huyendo del mal tiempo sin tener una respuesta. No puedo sin tener un amparo para estas personas", ha manifestado el capitán del pesquero el sábado en un mensaje.
Por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha pedido al patrón del Nuestra Señora del Loreto que cumpla con la legislación comunitaria e internacional. "Lo que se tiene que hacer es ir a un puerto cercano, al puerto seguro más próximo y ahora mismo existe esa posibilidad", ha sentenciado el líder del Ejecutivo en la rueda de prensa posterior a la reunión del G20 en Buenos Aires.
Pese a ello, el capitán y el armador del barco ante la "crítica" situación en la que se encuentra el pesquero español, que sigue a la deriva, enfrentándose a un temporal y sin un puerto asignado al que poder dirigirse para amarrar, han decidido poner rumbo a España.
El Gobierno español ha estado negociando con Libia para dar una solución a la situación del pesquero, y también haciendo gestiones ante los ejecutivos de Malta e Italia, que hasta el momento se han negado a permitir el desembarco. Según han argumentado desde el Gobierno de Pedro Sánchez durante estos días, el pesquero debe acudir al puerto más próximo porque, de acuerdo a la normativa internacional, es el más seguro.
Sin embargo, la tripulación del pesquero se ha negado a poner rumbo a Libia, alegando que no es puerto seguro para los migrantes rescatados en el mar. Varias ONG y ACNUR han rechazado la posibilidad de que sean retornados a Libia porque no es puerto seguro y hay "riesgo real" de violación de derechos humanos.
En medio de las negociaciones y ante la "crítica" situación, el buque Open Arms que opera Proactiva Open Arms, acudió este viernes a la zona en la que estaba el pesquero --entre Malta, Libia y Lampedusa-- para ofrecer asistencia médica a todos los pasajeros. De hecho, uno de los doce migrantes a bordo fue trasladado a un hospital de Malta por los problemas médicos que presentaba --deshidratación y mucha debilidad--, después de que la ONG así lo solicitara a autoridades maltesas.
El mismo sábado han solicitado autorización a España para poder subir a bordo de su barco de rescate a los 11 migrantes que permanecen en el Nuestra Señora del Loreto ante el riesgo de temporal. La capacidad del pesquero es para 12 o 13 personas y, sin embargo, van a bordo más de veinte.
Proactiva Open Arms, que ha permanecido junto al pesquero hasta ahora, no ha recibido respuesta por parte del Centro Nacional de Coordinación de Salvamento Marítimo (SASEMAR), que es quien debía autorizar la evacuación al tratarse de dos barcos con bandera española, según han precisado a Europa Press fuentes de la ONG. Ahora tiene previsto regresar al puerto tunecino de Zarzis, desde donde hace un par de días zarpó para socorrer al Nuestra Señora del Loreto.
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