El auge de las nuevas tecnologías ha calado sobre todo entre los niños. Ya hay muchos que son adictos al teléfono móvil, pero esto conlleva riesgos. Según sugiere una investigación, si pasan más de tres horas al día frente a una pantalla, aumentan las probabilidades de desarrollar diabetes.
Al parecer, el estudio encontró que los niños que pasaban pegados a las pantallas de diferentes dispositivos durante tres o más horas al día obtuvieron indicadores más altos en grasa corporal y tenían mayores niveles de resistencia a la hormona insulina que los que estuvieron una hora o menos, informa The Guardian.
El estudio fue publicado en la revista Archives of Disease in Childhood, donde Claire Nightingale, co-autora de la investigación, y sus compañeros investigaron y describieron si el tiempo frente a una pantalla aumenta, como se sabe que ocurre con los adultos, el riesgo a padecer diabetes de tipo 2. Para ello, analizaron los datos del Child Heart and Health Study de Inglaterra, una encuesta realizada entre 2004 y 2007 a casi 4.500 niños de entre nueve y 10 años de escuelas primarias de tres ciudades del Reino Unido: Londres, Birmingham y Leicester.
Entre las preguntas formuladas, se recopilaron datos sobre el tiempo que los niños pasaban viendo la televisión o jugando a videojuegos. También se realizaron una serie de medidas físicas que incluían las de la grasa corporal de los niños y de la resistencia a la insulina, una hormona que controla los niveles de glucosa en la sangre.
Los resultados revelaron que mientras que el 37% de los niños informó que pasaron una hora o menos al día viendo televisión o jugando videojuegos, el 18% afirmó pasar tres o más horas frente a una pantalla.
Comparando los grupos, los investigadores encontraron que los niños que pasaron más tiempo frente a una pantalla obtuvieron indicadores más altos en grasa corporal. Además, estos niños tuvieron niveles de insulina un 10,7% más altos después del ayuno, un 10,5% más altos de resistencia a la insulina y un 9,3% más altos de leptina, una hormona que controla el apetito, que son factores de riesgo para la diabetes tipo 2.
Aunque los datos fueron recolectados hace una década, antes de que los dispositivos electrónicos como los teléfonos inteligentes se hicieran tan populares, el equipo cree que el vínculo entre el tiempo frente a las pantallas y el riesgo de diabetes probablemente permanecerá. Pero Nightingale dijo que es difícil ofrecer consejo a los padres. "Las posibles disminuciones en el tiempo frente a las pantallas podrían ser beneficiosas, pero no podemos decir realmente un límite de tiempo", aseguró.
Dan Howarth, jefe de atención en Diabetes en Reino Unido explicó que el estudio destaca una tendencia preocupante. "El creciente número de diabetes tipo 2 en los niños es una estadística alarmante y abordar los problemas de obesidad infantil en la nación debe ser responsabilidad de todos nosotros".
A esto añadió que "el fomento de la actividad física sobre un estilo de vida sedentario, como el relativo al tiempo frente a la pantalla, y una dieta equilibrada y saludable desempeña claramente un papel importante".