Padres que matan a sus hijos: ¿cuál es su perfil psicológico?
La intolerancia a la frustración es uno de los rasgos de estos criminales
Cada año, cinco niños son asesinados por sus padres o parejas de sus madres
'Cuatro al día' pregunta a varios expertos por el perfil de un filicida
Cinco niños son asesinados de media, cada año, a manos de sus padres biológicos o parejas de sus madres, es lo que se conoce como violencia vicaria. ¿Existe un perfil psicológico concreto de un padre capaz de asesinar a sus hijos para causar daño a su expareja? Para responder a esta cuestión, ‘Cuatro al día’ ha preguntado a varios expertos.
¿Qué mecanismos se desatan en la mente de un padre para matar a sus hijos por venganza hacia su expareja? Los psicólogos destacan algunos rasgos como la intolerancia a la frustración, no soportan perder el control.
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Rasgos psicológicos
“Baja tolerancia a la frustración. Sí, narcisista, lo que pasa que narcisista se puede ser, pero si es un narcisista psicópata, entonces es un narcisista sin control y sin empatía lo que hace que no tenga ningún control sobre sus actos”, señala Patricia Alcaraz, médico forense.
Por su parte, Leopoldo Ortega, de la Sociedad Española de Psiquiatría Forense, apunta que “también puede ser que sea una persona más bien insegura, neurótica, muy frágil que quiera afirmar su poder, que quiera afirmar su estatus personal”.
Tanto José Bretón que mató a Ruth y José en Córdoba como ahora Tomás Gimeno planifican el crimen para prolongar al máximo la agonía, causar el mayor trauma.
En el último caso, Vicente Garrido, criminólogo, insiste: “Esa puesta en escena está perfectamente pensada para que esa angustia y esa agonía se prolongue en el tiempo. Si hubiera querido solo matarlas, las hubiera matado en su casa o en otro sitio y se hubieran encontrado a las 24 o 48 horas, pero él lo ha hecho todo para prolongar esa angustia”.
En la misma línea se pronuncia Alcaraz: “Ha matado en vida a una madre, eso seguro, ese es el objetivo, el mismo que tenía Bretón cuando le quitó los hijos a Ruth”.
Desde 2013, 39 menores muertos a manos de sus padres biológicos o parejas de sus madres
Desde que hay registros, desde 2013, 39 menores han muerto a manos de sus padres biológicos o parejas de sus madres. A estas víctimas habría que sumar las últimas, Anna y Olivia, menores víctimas de la violencia machista. En muchos casos, cuando saltan las alarmas es demasiado tarde.
“Cada vez que hay una víctima y además en estas circunstancias, lo primero que tenemos que pensar es que todo lo demás ha fallado y el sistema ha fallado y los poderes públicos hemos fallado”, dice Lucía Avilés, de la Asociación de Mujeres Juezas.
Madres filicidas
Frente a una violencia vicaria que se cobra de media cinco víctimas menores cada año, también hay casos de madres que matan a sus hijos por venganza hacia sus parejas. Se conocen pocos. El más reciente, se ha conocido esta misma semana, en Barcelona. Una mujer ha confesado haber matado a su hija de 4 años para hacer daño al padre. En 2002 Francisca González mató a dos de sus hijos para vengarse de un marido infiel.
Al respecto, Miguel Lorente, exdelegado del Gobierno para Violencia de Género, explica que “una mujer puede matar a sus hijos como una mujer puede matar a un hombre, pero eso no significa que hay una situación de control, de sometimiento, de normalización de la violencia, de cuestionamiento de la víctima como sí la hay en violencia de género”.
La enfermedad mental puede estar detrás de muchos de esos casos. Según Save The Children, en 2019, ocho madres mataron presuntamente a sus hijos, dejaron 10 víctimas menores de edad.
Paz Velasco, criminóloga, añade que “tenemos madres filicidas que después han acabado con su propia vida, tenemos madres filicidas que se ha demostrado que el hecho de asesinar a sus hijos tenía una base patológica”.