Kira tiene 19 años y es todo un ejemplo de superación. Lleva cantando desde que tenía 6 y hace unos meses le descubrieron un tumor cerebral que podría impedirle volver a hacerlo.
Pero en el hospital infantil de Seattle no pensaban permitirlo, así que la operaron al ritmo de la música que ella cantaba.
Con el cerebro abierto, sin dolor, sin molestias, pero despierta. Los cirujanos querían asegurarse de que Kira pudiese seguir dedicándose a su pasión y así ha sido porque cantaba tan solo 48 horas después de la operación. Guitarra en mano y dándonos a todos una lección de vida.