Como si de una película se tratara un encapuchado entró este sábado por la noche en un restaurante de Torremolinos, en la provincia de Málaga, y disparó cinco tiros contra un comensal.
La víctima que estaba con su pareja, murió horas después en el hospital. Había recibido dos impactos de bala, en la cabeza y el pecho, y no pudo superar las graves heridas.
El encapuchado salió corriendo del establecimiento y se metió en una furgoneta blanca aparcada en la puerta. Huyó junto al conductor. Los investigadores no descartan un ajueste de cuentas.
Hace unas semana, en otra localidad malagueña, Estepona, otro hombre fue secuestrado mientras cenaba en una zona de restaurantes. En este caso la policía analizó minuciosamente todo el local y hallaron hasta cinco cascillos de bala.