Nicole y Shane Sifrit notaron que su hija Mariana había dejado de comer y no respondía después de numerosos intentos de despertarla unos días después de haber nacido, informa The Independent.
La pareja, que iba a casarse, se vio obligada a abandonar su propia boda para llevarla al hospital, donde Mariana fue rápidamente diagnosticada con meningitis HSV1, a pesar de ninguno de los miembros de la pareja tiene el virus.
Cuentan que en sólo dos horas empeoró mucho, dejó de respirar y comenzaron a fallar sus órganos. Según los médicos, la pequeña pudo contraer la enfermedad por un tercero, aunque identificar a esa persona sería una tarea casi imposible. A pesar de que el virus a menudo se asocia con el herpes labial, la mayoría de los infectados ni siquiera lo necesita para contagiarlo, y mucho menos mostrar otros síntomas.
Es posible que la niña pudiese haber contraído la enfermedad de algo tan simple como que un miembro de la familia o un amigo le diese un beso. Y, siendo una niña menor de seis meses de edad, habría sido muy susceptible a infectarse debido a la falta de un sistema inmunológico plenamente desarrollado.
Mariana, después de haberse mantenido con soporte vital en el hospital de la Universidad de Iowa, ha fallecido a los 18 días de vida en los brazos de su padre. Nicole cuenta que los médicos se estaban quedando ya sin opciones para salvarle la vida.
La pareja se ha pronunciado en las redes sociales para advertir a sus compañeros contra la enfermedad fácilmente contraíble y actualizar a sus amigos y familiares sobre su situación bajo el hashtag #thefightformariana. "No dejes que la gente bese a tu bebé", advierte.
"Ahora ya no sufre y está con el Señor", escribió Nicole en un post de Facebook. "En sus 18 días de vida tuvo un gran impacto en el mundo y esperamos que con la historia de Mariana salvemos la vida de numerosos recién nacidos".