En Ceuta, se cierra una semana sin precedentes en su historia por la llegada de al menos 8 000 personas en menos de 48 horas, en las que Marruecos dejó vía libre para que miles de jóvenes pasaran a España por el espigón. La mayoría ya han vuelto, otros cientos de menores siguen en naves recluidos y hay algunos, tres ya, que no volverán nunca. El sábado ha muerto un joven que cayó el viernes del muro que da acceso al puerto y se suma a dos ahogados en la playa del Tarajal.
El joven se precipitó al vacío cuando grababa un vídeo celebrando que había llegado a España, intentaba acceder a los muelles y cayó desde una altura de 10 metros, tras lo cual acudieron hasta la zona agentes de la Policía portuaria y de la Guardia Civil. Una ambulancia del 061 se encargó de estabilizar al accidentado en la misma zona antes de ser trasladado hasta el hospital, donde ha fallecido, según ha informado la Dirección Territorial del Instituto de Gestión Sanitaria (Ingesa) en un comunicado a los medios.
En la playa del Tarajal la Guardia Civil ha recuperado desde el lunes dos cadáveres, ambos de jóvenes súbditos del Reino alauita fallecidos presuntamente por ahogamiento en su intento de alcanzar la localidad española norteafricana.
Son ya la delegación del Gobierno, los 800 los menores que están hacinados en naves y polideportivos, pero muchos otros MENAS deambulan por las calles de Ceuta, que no quieren volver a Marruecos, quieren quedarse en España porque les han prometido que hay trabajo. Duermen en alcantarillas, en rotonas, en zonas verdes... y sobreviven gracias a la solidaridad de los vecinos.
Se han recibido ya más de 4000 llamadas de padres desde Marruecos que buscan a sus hijos y solo les devuelven tras comprobar su situación familiar para que la devolución sea con garantías.