En el día 1 de mayo, Día del Trabajador, el protagonismo lo han tenido los políticos en Madrid. Casi medio Gobierno y tres candidatos de los partidos de izquierda de la Comunidad de Madrid que se presentan a las elecciones de la capital. Han aparcado sus mítines para hacer campaña en la marcha; mientras tanto CCOO y UGT han llamado al voto progresista.
La primera novedad de la jornada es Yolanda Díaz. Esta es la primera vez que una ministra de Trabajo va a una manifestación del 1 de mayo. Los sindicatos le dan la bienvenida a ella y a los otros seis ministros que han acudido.
“Está muy bien que el Gobierno escuche lo que los representantes de los trabajadores tenemos que decirle”, señala el secretario general de CCOO, Unai Sordo.
Además de ella y otros miembros del Gobierno, han estado presentes los líderes de la Comunidad de Madrid del PSOE, Ángel Gabilondo; Más Madrid, Mónica García; y Unidas Podemos, Pablo Iglesias.
El segundo titular de esta manifestación por el Día del Trabajo es que haya manifestación. La del año pasado se suspendió por la pandemia y esta jornada la marcha principal tiene un aforo de 1000 personas. Una de ellas es Marta, quien después de 25 años trabajando en un banco se enfrenta a un ERE. Pide que les “paguen lo que realmente creemos que nos pertenece”. Por esta razón se manifiesta en este 1 de mayo atípico por la pandemia y con elecciones, con menos manifestantes por las restricciones y muchos políticos.
Por otro lado, los sindicatos han exigido la derogación de la reforma laboral en un año en el que la pandemia, además de vidas, se ha llevado por delante más de 1 300 000 empleos. Ahora, hay más de 3,6 millones de parados, sin contar los 600 000 que aún siguen en ERTES.
Se trata de un año nefasto para el mercado de trabajo que ya estaba herido por la crisis del 2008. Según un informe de la patronal de ASEMPLEO y Analistas Financieros Internacionales, los sectores más afectados son el Turismo y el Comercio.
Además, el golpe ha sido más duro en España que en el resto de Europa. El año 2021 no ha arrancado bien: de enero a marzo se destruyeron más de 130 000 empleos, a los que se sumarán otros 18 000 por múltiples ERE anunciados por el sector bancario.
Los empresarios confían en que la vacunación ayude a activar la economía pero exigen una formación adecuada a las nuevas demandas de empleo del siglo XXI.