Madrid se prepara para el River-Boca
La decisión de celebrar la final de la Copa Libertadores en Madrid obliga a poner en marcha un fuerte dispositivo de seguridad para el puente de la Constitución en la capital. Se preve que alrededor de 5.000 agentes participarán en este despliegue, similar al de un partido de Champions, y que está considerado de alto riesgo.
La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha dicho hoy en el Consejo de Ministros que espera que el encuentro se celebre en un ambiente pacífico y festivo. Mientras, la Policía ya está en contacto con sus homónimos argentinos. Van a hacer un seguimiento de ambas aficiones, se identificará a los hinchas más radicales y conflictivos y estos serán apartados y vigilados de cerca.
Los aficionados llegarán desde Argentina al aeropuerto Adolfo Suárez. Unos 400 Guardias Civiles se encargarán de mantener el orden en las terminales, separando a las aficiones cuando llegan los vuelos chárter y aislando a los que estén identificados como violentos. La Policía se encargará de los traslados hasta las zonas habilitadas para las distintas aficiones, que también se mantendrán separadas en el estadio y controladas en el centro de la capital, donde en el puente de la Consitución se espera la visita de miles de turistas.