La preocupación por la expansión del covid19 ha llevado a Madrid a ser confinada perimetralmente desde la noche del viernes, al igual que otros nueves grandes municipios de la Comunidad.
Con la orden de Sanidad, las medidas de restricción impuestas por el Gobierno regional a las zonas sanitarias con más incidencia del virus quedaron suspendidas y muchos madrileños residentes de estas áreas aprovecharon la apertura de su perímetro restringido para acudir a las calles más céntricas.
La imagen poco se parecía a la de un confinamiento. A pesar de la ausencia de turistas, las terrazas y los centros comerciales se llenaron. Sin embargo, el domingo por la mañana las calles han amanecido más tranquilas, quizá debido al tiempo desapacible que ha dejado Álex.
Lo cierto es que entre la población no hay sensación de confinamiento y, según ha podido ver el equipo de 'Cuatro al día', no hay apenas presencia de controles policiales. Tampoco en sus grandes nudos de transporte como la estación de Atocha o el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas que funcionan con total normalidad, sin controles extra. En cuanto a los controles de acceso, son puntuales y aún no multan en ellos.
La gran prueba de fuego será el lunes con la vuelta de cientos de miles de personas a sus trabajos pero no a la normalidad de una semana cualquiera.