El suceso ocurrió en enero de este año en Salford, al noroeste de Mánchester como cuenta Mirror. La mujer adelantó su regreso a Londres al tener conocimiento de la presencia policial en su vivienda aunque tenía previsto prolongar sus vacaciones hasta finales de febrero. A su llegada al aeropuerto londinense de Heathrow fue inmediatamente detenida bajo la sospecha de maltrato infantil y sus hijos fueron puestos bajo la custodia de una familia de acogida.
Los agentes que llevaron el caso informaron que encontraron la vivienda en la que estaban solo los dos chicos, uno de ellos menor de 10 años, en completo desorden, sin comida, ni gas ni calefacción. Suponen que ambos han asistido con normalidad al colegio.
Aunque en un primer momento los dos niños fueron trasladados con otras familias de acogimiento, parecer ser que ya están de regreso al hogar familiar junto a su madre.
La policía ha informado de que mantiene el caso abierto respecto a lo sucedido, aunque la madre solo ha sido apercibida por su conducta y no está previsto que tenga que enfrentarse a ninguna acusación judicial.