Dependiendo del tipo de tela que cubra la almohada, el sudor se absorbe por su parte interna o queda expuesto en la superficie, formando los conocidos ‘mapas’, informa mejorconsalud.com. Las manchas también se producen por la saliva que derramamos cuando dormimos con la boca abierta.
La importancia de limpiarlas con regularidad radica en que se acaban convirtiendo en un hogar para ácaros y microbios que pueden afectar a la salud provocando alergias o problemas cutáneos.
Por eso, conviene lavarlas bien cuatro o cinco veces al año. Aquí te damos un truco para que todas esas molestas manchas desaparezcan:
Ingredientes
Preparación
Si cuentas con secadora, usa el método de lana para que el secado sea más rápido. Si no, puedes secarla de forma tradicional al sol. Procura secarlas en un lugar ventilado para evitar que adquieran mal olor.